La muerte del gran escritor José Saramago, motiva a la reflexión sobre su legado. Muchos lo recuerdan como el escritor comprometido y honesto; otros como el nostálgico y melancólico, yo, como el hombre que logró describir el alma del ser humano a través de su obra literaria.
"Dios es el silencio del universo, y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio", así reza una de las tantas frases que sólo la pluma de Saramago pudo consignar en la literatura de un tiempo tan convulsionado como el que vivimos.
De todas sus obras, grandes obras, hoy escojo para recordar, en su honor: "El ensayo sobre la ceguera".
El “Ensayo sobre la ceguera”, es una obra literaria impactante, nos lleva a reconocer al ser humano, que realmente tenemos dentro, y no al que día a día hacemos aparecer, reafirmado por un mundo visual que lo domina todo.
En él, Saramago nos hace ver, a través de una “ceguera blanca”, como el descontrol, el desconocimiento y la incertidumbre pueden despertar las pasiones más humanas e inhumanas al mismo tiempo.
Este celebre escritor, logra describir en un extremo, y en su justa dimensión el pánico, el abandono, la dependencia, la necesidad sexual, el aprovechamiento y el poder, que caracteriza al ser humano en cualquier momento de la vida; como se dice algunas veces, en las buenas y en las malas.
En otro extremo, y en menor medida, nos lleva de la mano, a identificar claramente la tolerancia, la esperanza, el amor y la empatía.
De alguna manera, nos plantea una realidad actual del mundo, que si no los proponemos podemos cambiar.
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