viernes, 31 de julio de 2020

La sombra del viento


Este mes quiero comentarles sobre la maravillosa obra literaria, “La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón q.p.d, publicada en 2001, el primer libro de la saga del Cementerio de los libros olvidados.

Debo confesar que la noticia de su muerte en el mes de junio de este año, fue lo que me apresuró a empezar a leer esta trilogía que desde hace mucho tiempo tenía pendiente.

No hay duda que la su trama basada en el suspenso permite llevar tu imaginación al límite. Es una historia maraca por las emociones que en las distintas etapas de nuestras vidas hemos experimentado. En La sombra del viento podemos sentir desde las emociones de un niño que descubre en el cementerio de los libros olvidados una gran historia que lo lleva a conocer su primer platónico, luego a desarrollar la madurez de una adultez temprana, o la solidaridad, el temor, la curiosidad, el verdadero amor y hasta la complicidad.

Esta obra realmente es rica en historia, cultura y sobre todo humanidad. Cada personaje es caracterizado de una manera tan real que sentir amor, humor, tristeza y hasta miedo no resulta difícil.

En tiempos de pandemia, donde tenemos vetado viajar, solo te puedo asegurar que con esta novela podrás viajar hasta esa ciudad encantada que es Barcelona. Solo tuve un día allí y quedé enamorada, ahora con esta trilogía siento que voy y vuelvo cuando me place, que mejor motivación.

miércoles, 1 de julio de 2020

Unbroken


Unbroken

Laura Hildebrand

Como bien resume su sinopsis, Unbroken es una historia real de supervivencia, valor y resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Su protagonista Louis Zamperini, un atleta olímpico que cambia su destino al enlistarse como soldado del ejército norteamericano. 

Es una historia que te demuestra tres cosas importantes: 

Primero, el poder de la mente. Si tu mente es fuerte, determinada, puedes alcanzar tus metas y hasta resistir las más terribles torturas.

Dos, la transformación interior es posible cuando descubres tu propósito en la vida. Después de la guerra en Japón, Louis tuvo que librar una guerra más visceral. La guerra con él mismo producto de los traumas sufridos los cuatro años de cautiverio.

Y tercero, el perdón es el mejor bálsamo que puede utilizar el ser humano para curar las heridas.

Es una historia que nos muestra la fuerza del ser humano ante los momentos más difíciles de nuestras vidas. Es como si en esos momentos nos forjaran como cuando se funde  el oro en el horno para convertirse en una joya preciada.

Unbroken, está rica de historia, descripción y realismo. El libro superó desde mi punto de vista la película, que confieso también me emocionó mucho.


miércoles, 3 de junio de 2020

La ciudad de la alegría



La ciudad de la alegría 
Dominique Lapierre

La humanidad en su máxima expresión, así resumo “La ciudad de la alegría”, una obra que me tomó de la mano y me llevó a un viaje inolvidable, aleccionador y lleno de reflexiones.



Confieso que cuando leí el título del libro me imaginé otra trama más de fantasía que de realidad, más de alegría que de tristeza, más de aventura que de sobre vivencia, más de religiosidad que de espiritualidad. Pero poco a poco mientras  esas expectativas se iban transformando yo iba enganchando cada vez más en la historia de un país lleno de contrastes, no solo por los colores de una cultura milenaria que proyecta riqueza, abundancia y poder, que divide claramente entre los afortunados y desafortunados de una sociedad excluyente, sino por la pureza de una humanidad que a pesar de vivir la más subreal pobreza, la mueve la esperanza, los sueños, la fe.

En esta obra Dominique Lapierre, plasma magistralmente la pobreza, la corrupción y el abandono de un país tan rico como la India. Pero también plasma como la solidaridad y la fe pudo mover a la acción, seres que no necesariamente eran nativos de ese hermoso país, como el padre Lambert y el Dr. Max Loab, la madre Teresa de Calcuta, entre otros, que de seguro desde el anonimato sigue apoyando a esa humanidad que agradece cada minuto de bendición y vive con optimismo de mejores días.

Confieso que muchas veces entré en estados de desánimo y hasta desilusión porque no lograba entender la realidad que tenía que enfrentar tanta gente inocente, que solo querían salir adelante y trabajar la tierra. No entendía porque un Dios o sus muchos dioses desprotegían a una humanidad que los amaba, los adoraban, eran capaces de dejar de comer por su devoción. No entendían.

Una humanidad que no nació o pidió ser una carga social. Ellos tenían dignidad en sus pueblos, pero hasta la naturaleza les jugaba en contra.

En fin, me convencí que la pobreza y la necesidad es parte de los desafíos que enfrenta la humanidad y qué tal como se plantea en la obra cada uno desde su realidad desarrolla anticuerpos que le da la fortaleza para enfrentarlos. 

No será la lástima o la caridad la que ponga fin a una tritse realidad que sí puede ser transformada por quienes tienen el poder pero que esta comprobado la ceguera del mal no lo permitirá.

domingo, 3 de mayo de 2020

La Hermandad de John Grisham


La hermandad fue mi lectura de abril, confieso una vez más que quedé maravillada. No podía parar, cada capítulo te engancha mas que el otro. Una vez más hago la analogía con algún género o trama que sea de tu preferencia para que dimensiones su fuerza. Si eres de los amantes de las series política dura y pura Norteamérica, o llegaste a ver la serie “Prison brake”, o te gusta escudriñar en el submundo del sistema judicial “en el mundo”, entonces La Hermandad es la obra literaria que te recomiendo.
Vas a vivir junto a un candidato presidencial, tres jueces, un abogado de poca monta como dicen por allí y la Cia una trama tan actual, que no hace más que confirmar como se mueve el poder entre las debilidades del ser humano, entiéndase alcohol, homosexualismo, corrupción y control político.

No esperes más y disfruta de esta nueva aventura literaria y me comentas aquí en mi video blog 2da.lectura.blogger.com 

sábado, 4 de abril de 2020

El Gigante Enterrado




El Gigante Enterrado, de Kazuo Ishiguro, mas alla de ubicarte magistralmente en una historia o cuento (sin hadas) desarrollada en  la Inglaterra Medieval, te lleva a la reflexión de tres momentos en el ser humano:

Primero, la relación de amor y lealtad entre una pareja. Axel y Beatriz son los protagonistas, el hilo conductor de una trama va mas a ella del Gigante enterrado (Un dragon hembra que les robó a ellos y a todos los pueblos la memoria)
Por que para mi es tan importante detenerme a reflexionar sobre la forma en que Kazuo desarrolla el amor y el odio a través de Axel y Beatriz? Pues, me concentro primero en la profundidad de una relación producto de años de amor puro. Ambos ancianos deciden emprender un viaje que resulta lleno de aventuras. Comparten sueños, coraje y sobre todo mucha sabiduría. 

Segunda la Memoria, Kazuo, plantea nuevamente de una forma extraordinaria una realidad a la que se tienen que enfrentar los seres humanos cuando llegan a la etapa de ancianidad. Pero te lo plantea no desde la tristeza del que observa que el otro ha olvidado, sino desde obligarnos a preguntarnos si vale la pena recordar. Somos mas felices olvidando? qué valor le proporciona la memoria a nuestra realidad? al final la historia nos lleva a lo realmente importante, la capacidad de perdón. No se tratar de olvidar o recordar, se tratar de perdonar desde el recuerdo de lo malo, lo bueno.
y Tercero la Lealtad, el valor que permite el perdón pero que no se puede exigir ni suplicar, es el aquel valor que la solo una relación construida sobre la base del amor sincero y bueno puede aflorar.

En fin, si eres de los fanáticos del Rey Arturo, Juegos de Tronos o  Sherk jejej esta novela es para ti :) Cuando la leas cuéntame cual fue tu refelxión. 

lunes, 28 de enero de 2019

10 de 10 para Panamá y el mundo en la “Jornada Mundial de la Juventud 2019”


La Jornada mundial de la juventud 2019 en Panamá nos deja grandes lecciones para una real conversión independiente de la religión que profesemos.

La primera de ellas es la confirmación de la posibilidad de celebrar juntos la espiritualidad que une a lo seres humanos, especialmente a los jóvenes a quienes la mayoría de las veces solo se descalifica.

Esa juventud pudo decirle al mundo, que son acción, movimiento, que son capaces de “hacer lío” (parafraseando al Papa) donde su espiritualidad los llame.

A nuestro país especialmente, le dio la oportunidad de probarnos una vez más. Recibir, acoger peregrinos de distintas partes del mundo, así como, organizar un evento de esta magnitud lleva una carga de responsabilidad mayor.

23/1/19


El panameño de a pie no podía creer lo linda que estaba la ciudad, lo organizada que se veía desde una semana antes. Quedó demostrado, una vez más que sí podemos. Unimos al mundo una vez más. Asumimos la misión, de ser puente del mundo y corazón del universo una vez más.

Más de 170 mil visitantes aproximadamente fueron testigos de los atributos de un país alegre y sobre todo amigable en sus servicios y hospitalidad. Esa es la principal ganancia.

Fue esa hospitalidad, que, acompañada de hermosos días de verano, la que hizo posible brindar el escenario perfecto para que un mensaje sencillo, amigable, pero sobre todo motivador, se esparciera por todo Panamá y el mundo.

Panamá con todos sus contrastes, desde los rascacielos modernos con una Cinta Costera adecuada para cada una de las actividades programadas, hasta la humildad de los residentes de comunidades populares como Las Garzas, en Pacora, que no dudaron en expresar su fe y alegría por el encuentro con el Papa Francisco, fueron los atributos tangibles e intangibles que hicieron que la imagen de nuestro país quedara en el top of mind del mundo.

Por otro lado, no podemos dejar de mencionar como la imagen de la iglesia se refrescó indiscutiblemente, con la gracia del Papa Francisco, que conectó espontáneamente con todo aquel que anhelaba verlo, escucharlo y hasta tocarlo.

El Papa Francisco supo hablarle a cada audiencia, especialmente a los jóvenes por supuesto. Adecuar la imagen de Virgen María como la influencer que cada uno debe aspirar a convertirse, fue compartir la palabra y dejar la enseñanza en mismo lenguaje y realidad de la juventud.

Los medios de comunicación por su parte cumplieron con la función de crear, construir y mantener un ambiente de solidaridad, espiritualidad y gozo al transmitir cada evento.

La JMJ sirvió para abrir el debate religioso en un ambiente realmente espiritual. Al final las palabras del Papa permitieron elevar dicho debate a la responsabilidad que como individuos tenemos al hacernos cargo de la forma en que ponemos en práctica esa creencia que defendemos como buena. ¿Lo hacemos realmente? ¿Cómo lo hacemos? Me encanta cuando un encuentro me deja preguntas porque me invita a la reflexión constante.

Todos sacamos 10 de 10, por ende, todos, Panamá y el mundo, debe aprovechar cada palabra, cada mensaje, cada muestra de gratitud que nos deja la jornada mundial de la juventud.

Panamá y el mundo deben aprovechar este gran encuentro espiritual para renacer en lo que nos une, que no es más que el amor de Jesús.

domingo, 21 de octubre de 2018

Comunicación, educación e identidad… ¡todo lo que necesitamos!


Cuando hablamos de cómo construir el éxito en nuestras vidas, estamos hablando del más hermoso, poderoso y auténtico acto de comunicar.
Durante 18 años de carrera en distintas áreas de la comunicación, de los cuales, aproximadamente ocho he dedicado a la enseñanza de la educación superior, he podido comprobar cómo la comunicación ha transformado mi vida y la de cada persona que logro impactar a través de talleres, clases o asesorías, guiándolas en el proceso de descubrir que todo empieza por la capacidad de comunicarnos bien.
Veinte años después confirmo que todo se reduce a poner en primer lugar la comunicación intrapersonal, el dialogo interno, la escucha del grito “nietszcheneano” que todos de seguro alguna vez hemos escuchado. Todo se reduce a definir comunicación como la capacidad de poner en común y construir una nueva realidad.
Confieso que fue esta lección la aprendí cuando decidí pararme a simplemente observar el proceso de la comunicación y su impacto en las personas. La aprendí recientemente al compartir con estudiantes universitarios de la escuela de periodismo de Biola University, en California, Estados Unidos, donde participé como profesora invitada a la clase de “Comunicación, cultura e identidad”. 
Lograr captar en la mayoría de esos jóvenes esa mirada diferente, que reflejaba una realidad perturbadora al ni siquiera poder describir su identidad, me confirmaba que no estaba alejada de la realidad que me lleva a la reflexión permanente.
Escuchar los sentimientos de exclusión en un entorno cuyo perfil es de inclusión, define gráficamente el cambio o dinámica social que impacta la cotidianidad mundial.
Son realidades atrapadas en el complejo mundo de la globalización en el que vivimos. Son miradas que, aunque se muestren abiertas a la infinidad de posibilidades comunicativas, icónicas, literarias, económicas y hasta políticas, están cargadas de barreras que impiden la adaptación a ese cambio constante que exige adaptarse a los nuevos entornos interculturales. Son miradas de futuros comunicadores que necesitan encontrarse para poder ser transmisores de su cultura, la cual forma parte de esa identidad, que desconocen.
Si reconocemos que lo cultural es aquello que cada persona es y se manifiesta en las interacciones con los otros, en la comunicación con otros, entonces serán la educación y la comunicación intercultural, las dimensiones que nos permitirán la reflexión permanente que nos convertirá en protagonistas del cambio que necesitamos.
En tanto la comunicación y educación en valores es responsabilidad de toda la sociedad, entendiendo que atañe a los medios, colegios, organizaciones, jóvenes, adultos, políticos, es decir, a la sociedad en su conjunto. Ese es el gran desafío.










"Quien llegue a comprender verdaderamente que su visión de mundo es una construcción, sería en primer lugar una persona verdaderamente libre, porque él sabría que podría cambiar su construcción, su visión de mundo en cualquier momento. En segundo lugar, sería una persona verdaderamente responsable, quien se sabe de ser el constructor, el arquitecto, de su propia realidad por supuesto no puede excusarse, no puede acusar a otras personas de ciertas cosas".

Paul Watzlawick